Si bo ‘screve’ me
‘M ta ‘screve be
Si bo ‘squece me
‘M ta ‘squece be
Até dia
Qui bo voltà
—-
Si tú me escribes.
te escribiré.
Si tú me olvidas,
te olvidaré.
Hasta el día en
que tú regreses
Cesaria Evora, Sodade, 1994
________________________________________________________
Una puerta está cerrada parcialmente. Entreabierta, oscilando entre dos formas de vivir el tiempo, apagando un fuego que cuando está totalmente libre, no enciende de la misma manera. ¿Será esta una tendencia del ser humano? ¿Dejar al tiempo fluir? Viéndolo desde una banca. Sé que no existe un estado definitivo ni constante que defina una forma de ser.
Nuevamente veo los puntos y, escuchando a Spinetta que dice “Tengo tiempo para saber si lo que sueño concluye en algo. No te apures ya más, loco, porque es entonces cuando las horas bajan”.
Es cierto que es de noche y, como a él, me oculta la voz, pero también que es un vidrio sin sol. Y ahí están aquellos puntos, formando los hábitos de lo que se cree ser, sin bordes definidos si se mira con detalle. La consciencia es un hueco que se puede llenar con presente, pasado y futuro. Algunas veces todo es presente, y es entonces cuando hay que salir de sí mismo, para entrar a donde están los Otros. Algunas veces por obligación otras por necesidad. Pero siempre hay que dejar la puerta abierta aunque entren los mosquitos y los fantasmas, los ladrones de esperanzas y los charlatanes. Cuando los pies tocan el suelo, sin miedo, no hay nada que robar o vender, puertas adentro, libertad, soledad.
_______________________________________________________
Cesaria Evora, in memoriam (Cabo Verde, 1941-2011), una artista de Cabo Verde que se preocupó siempre por los que no tienen techo, por los niños y mujeres pobres de su país. Siempre descalza en el escenario, para que no se olviden que existen.