
Cabeza de Camille Claudel y mano de Pierre Wissant, Auguste Rodin, 1895.
Amores incompletos
He tenido por montones
Y aún me penan
Aún me penan.
Han turbado mi mente
Fusilado mis ganas
_________________________________
Los tres, Amores incompletos, disco homónimo, 1991
Por José Narvaez
_______________________________________
Creo que ayer alcancé
el ultimo escalón del masoquismo
cuando me masturbaba
y pensaba en ti con otros hombres.
Pensaba en la práctica abyecta
también mía
de coleccionar la carne
como buscando su cuerpo en el de otros;
–
así te conocí
tú, con tu propia incubación;
acostumbrada a tu demonio
gritabas por la redención de un nido
nos adherimos
con intimidad voraz
y, sin embargo , con esa intención
adolescente;
tímida;
contradijimos una fuente infatigable del deseo:
heréticos
indisponibles
nos prohibimos a nuestra propia costumbre despellejarnos en las noches
mutando:vacilando para siempre entre
nuestra decadencia y nuestra luz;
nos encaramos con cierta desconfianza , y con la torpeza
de hacer de nuevo del amor un sueño más concreto.
–
Así entré en mí mismo
pasando la puerta
liberando algo envuelto
y tú llegabas, te me enfrentabas
acusando mi experimento de amarte
pero;
llegaste con tanta evidencia
puliendo las cortezas
tu cercanía fue un milagro
tácito
instantáneo
jadeabas en tu bosque
rebalsabas las hojas
te iban persiguiendo
te iban cazando todos los posibles y en esa fuga
diste conmigo yo
iba buscando un sol joven y
la humedad de después de llover
yo iba clareando en la arboleda
y ahí fue que di
_____________con tu fuga
ibas buscando tu cuerpo
querías deshacerte de esos que te perseguían,
como pegados a tu sentimiento.
–
Y así, fue que yo confié
en tus dudas;
mi cabeza ya
iba buscando raíces prohibidas en tu pecho,
exponiéndome a mi exilio sin fin,
desterrándome de la posibilidad de ti.
–
Ahora,
ya no sé qué pensar,
sumido en esta paradoja
de dejarte venir hacia mí,
esperando
a que vivas o que mueras
de ti misma
y mientras pensaba
en cómo acaba uno haciendo parte de un grupo;
en lo que se esculpe lentamente:
apareciste coleccionando el mundo.
–
Amar de nuevo era un chiste que me contaba
y es que ya ni siquiera importa
ir ahí cerrando puertas
reprohibiéndolas
decayéndolas
para siempre
me pregunto
cómo es eso de que no puedes ver lo que brilla para ti
y que se te entrega proponiendo
cómo es eso de que lo que ofrezco no te basta
lentamente me destituyes
mira esa espada
me atraviesa para siempre;
hay que recoger entonces
esas migas entonces
recógete en el piso mientras me quedo viéndote
tan lejana y enseñándome
cómo se desmorona alguien que no quiere que te le acerques
para reconciliarlo consigo mismo.
________________________