Quizás por eso nunca me aburro :
Olvido muchas cosas.
Incluso las que me sorprendieron o agradaron,
ya ni hablar de las que dolieron y sanaron,
supongo que por si acaso
y seguro sin querer,
y algunas veces
hasta mi nombre,
pero, yoyo,
siempre vuelve
a darle nuevas vueltas al asunto
como si fuera la primera vez