Te corté el pelo,
te limé las uñas,
te saqué las cejas,
en tu boca una ciruela,
en una fuente de greda.
Te eché perejil,
mantequilla en tu espalda,
a punto de hervir […]
Con un cuchillo y un tenedor
me fue más fácil partirte en dos.
Los Tres, La espada & la pared, 1995
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Tuve otro accidente,
se me cayeron otra vez todos los dientes,
no te puedo morder
pero mis puños siguen siendo fuertes,
no me tientes.
Escupo sangre pa’ no ahogarme,
pero sé cómo hacerlo,
con los coágulos al suelo,
los ojos vidriosos
y los pies de hielo,
enfriando la sangre,
alimentando los demonios que me arden,
pa’ sacarlos a pasear sin correa,
correlación directa,
estupefacto tú,
con la mala sangre tú,
la dentellada afilada, tú
diablo, tú lo pediste, tú
cuando se escupe al cielo,
se cosechan desconsuelos.
Te tragarás tus palabras,
ahora o en mil años,
no te abras,
tú empezaste,
sé un Hombre,
es el fruto de lo que sembraste,
tú, que tiraste la piedra y escondiste la mano,
antiguo hermano,
todos te vimos y no te perdonamos.
No se puede ser hijo de puta
y después ser indultado,
nos has insultado,
nos has mancillado,
nos has violado,
explotado, exterminado
se te ha olvidado
que somos humanos,
pero aquí estamos
castañeando los dientes,
no te cortes,
y si mientes a nadie le importa
el corte va directo a la horta.
Cara dura, se ve en tu dentadura
que no has besado pavimento,
me quedo contento,
te tambaleas al primer desencuentro
y has elegido mal,
porque me gusta el sabor a metal
de la sangre recién nacida,
más aún si es de un rival
que se equivocó de víctima.
Soy un hombre de paz,
en tiempos de guerra.
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Y aquí la canción de Los Tr3s que aparece en la cita, para los que aún no tengan el gusto, « Dos en uno », una pequeña historia de canibalismo: Lire la suite